El 21 de setiembre de cada año fue de declarado por las Naciones Unidas para que sea un día en que se fortalezcan los ideales de paz. Por eso hoy hago un llamamiento a toda la Arquidiócesis de Buenos Aires a rezar por el preciado don de la paz.
Miramos con dolor la larga guerra entre Rusia y Ucrania, y tantas otras situaciones conflictivas que hieren a la humanidad.
Lamentablemente una vez más esta semana recrudeció la violencia entre Armenia y Azerbaiyán, donde la crítica situación humanitaria se ve ahora agravada por nuevos enfrentamientos armados. Pidamos para que todas las partes implicadas y la comunidad internacional actúen haciendo callar las armas en busca de encontrar soluciones pacíficas por el bien de la población y el respeto de la dignidad humana.
Que nuestra oración hoy sea para que Dios ilumine las mentes y corazones de todos los hombre y mujeres de buena voluntad y así podamos vivir en paz y armonía en nuestra Patria Argentina y en el mundo entero.