El bloqueo del corredor de Lachin por parte de las fuerzas de seguridad azerbaiyanas, que le impide el acceso a alimentos, suministros médicos y otros artículos de primera necesidad a la población de Nagorno-Karabaj, está en los medios de comunicación desde diciembre de 2022 y es debatido por dirigentes políticos.
Mi contribución es explicar por qué esto debe ser considerado un Genocidio contra los armenios étnicos de Nagorno-Karabaj en virtud del artículo II, (c) de la Convención sobre el Genocidio: «Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física».
No hay crematorios ni ataques con machete. El hambre es el arma invisible del genocidio. Sin un cambio dramático inmediato, este grupo de armenios será destruido en pocas semanas.
En muchos aspectos, generar la hambruna de los armenios étnicos de Nagorno-Karabaj representa el arquetipo de genocidio mediante la imposición de condiciones de vida diseñadas para provocar la destrucción de un grupo. Cierra un círculo trágico porque «[e]l trato de los armenios por los gobernantes turcos en 1915 proporciona el paradigma para la disposición sobre Genocidio que trata de la imposición de condiciones de vida».
Como alguien con cierta experiencia en este terreno, me honra aportar mi contribución con un informe imparcial y estoy a disposición para ayudar a cualquier parte que se comprometa en evitar la destrucción de la población armenia de Nagorno Karabaj.